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Caso Beatriz y otros versus El Salvador en la CorteIDH

Beatriz visitaba la tumba de Leilani constantemente. Cuatro años después tuvo un accidente en moto y lamentablemente murió. Ahora, insolitamente, la CorteIDH pretende usar este caso que demostró que nunca hubo necesidad del aborto, para pedir la legalización del aborto en la región.

Beatriz, joven salvadoreña embarazada con lupus inactivosin complicaciones, esperaba una bebé con anencefalia. Organizaciones y médicos pro aborto manipularon,engañaron y utilizaron el dolor y ansiedad de Beatriz asegurándole que debía abortar porque su vida corríapeligro, con el fin de utilizarla para lograr legalizar el aborto.

Los médicos encargados de su caso aclararon que la vida de Beatriz nunca estuvo en peligro, manifestando que podíamedicarse sin inconvenientes, aunque los pro aborto la seguían presionando. Beatriz estaba estable y monitoreada como paciente ambulatoria, sin necesidad de intervenir o internarla en el hospital. Se le citaba periódicamente para impedir alguna complicación en su embarazo hasta que a las 26 semanas de gestación los médicos decidieron hacerle una cesárea, procedimiento ético, legal y seguro que sirve para proteger la salud y la vida de ambas pacientes. (CódigoPenal,Titulo II, Capítulo II, Art. 27, inc. 1 y 3). Nació viva la pequeña Leilani, quien murió horas más tarde. Beatriz estababien y saludable.

Los medios pro aborto falsamente reportaron que supuestamente los médicos no pudieron proporcionar la atención apropiada a Beatriz porque la legislación en El Salvador castiga el aborto con pena de hasta 30 años. FALSO! la pena real es de 2 a 8 años (la mayoría excarcelables con medidas sustitutivas).

Medios de propaganda internacionales se sumaron a esta campaña falsa. La BBC publicó un reportaje titulado “Un aborto para salvar una vida”. ¿Y la vida de Leilani no importaba? Esta cadena británica exageró aun más las mentiras: “La ley salvadoreña estipula que quien practique un aborto o la mujer que se someta a esta operación pueden ser encarcelados hasta por 50 años”.

La multinacional abortista Planned Parenthood(IPPF), Amnistía Internacional Perú y Women’s Link Worldwide también exigieron al gobierno salvadoreño que permitiera el aborto para Beatriz.

La Ministro de Salud, María Isabel Rodríguez, demandó un aborto urgente por supuesta gravedad de Beatriz,argumentando falsamente que padecía insuficiencia renal, pero el Colegio Médico aclaró que el nefrólogo nunca la examinó. La Ministro hizo una solicitud a la Corte Suprema de Justicia para la “interrupción” del embarazo de Beatriz. Declaró que sólo esperan la resolución de la Corte como respaldo legal al personal del Hospital para poder practicar el aborto. Asimismo, agregó que la Organización Panamericana de la Salud le proporcionó protocolos de distintos países para “atender este tipo de casos”.

La Comisión Nacional de Bioética, conformada por personas sin conocimientos sobre estos casos, ni estudios en bioética también recomendó aborto inmediato para Beatriz. El presidente era doctor en Historia y profesor en Ciencias Sociales; el secretario, licenciado en Letras; un ingeniero, especialista en Matemáticas; una licenciada en Teología, maestra en Educación Social y Animación Sociocultural; un doctor en Filosofía Política; una licenciada en Filosofía y PRESIDENTE DE LA AGRUPACIÓN CIUDADANA PARA LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO TERAPÉUTICO, así como otra miembro de dicha agrupación. El gobierno no permitió que expertos como médicos con maestrías y doctorados en Bioética de la ABIOES fueran escuchados.

El Instituto Medicina Legal confirmó -igual que el Colegio Médico- que no había inminencia de muerte; que no había descompensación de la condición lúpica, ni del riñón, evidencia de que los interconsultantes que el Ministerio y su Titular mentían. El Colegio Médico señaló que la enfermedad podría complicar la situación, pero los médicos sabían que después de las 20 semanas podían inducir un parto si fuera necesario, sin ningún problema legal o moral.

Beatriz visitaba la tumba de Leilani constantemente. Cuatro años después tuvo un accidente en moto y lamentablemente murió. Ahora, insólitamente, la CorteIDH pretende usar este caso que demostró que nunca hubo necesidad del aborto, para pedir la legalización del aborto en la región.

Julia Regina de Cardenal
Master en Desarrollo Humano
Master en Asesoramiento Familiar

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